viernes, octubre 12, 2007

HospiTaL

Ya la ambulancia fuera del metro era en sí un aviso de lo que había pasado y además toda la gente esperando, pero vuelvo a abrir mi boquita para minar la mia fortuna. Y luego todavía me pregunta el taxista que por qué suspiro; era un señor moreno de bigote, lentes y chaleco, siempre me han parecido de confianza los señores de bigote, lentes y chaleco, para mi buena suerte estaba bien versado en el arte del volante (como todo buen taxista en el d.f.) y llegué al hospital a tiempo.

El hospital...
esta lleno de rinconcitos desolados como este, algunos más escondidos que otros. Y no puedo evitar ese pensamiento fatalista (influencia de SH seguro) de cómo se verá cuando no sólo haya rinconcitos si no que la ciudad entera esté desolada y el hospital oscuro y baldío lo que contrasta en exceso con la cantidad de gente que veía ir y venir por la mañana entre los edificios de los servicios, que en realidad era mucha, como en cualquier hospital a las 7 - 8 de la mañana.


Y para mi buena fortuna, hoy terminó al fin ese trimestre que la verdad empecé con desgana y no varió mucho en el transcurso. Aun así poquito a poquito los trimestres disminuyen, disminuyen y pronto.....

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