Nunca me ha llamado la atención las plantas ni la jardinería en general, sin embargo después de que mi madre me regalara una maceta de cempasúchil para la ofrenda el año pasado, corte las flores secas y sin mucha expectativa empecé a regar el tallo que quedó.
Ahora ha pasado el tiempo, cada mañana cuando se está preparando el café me tomo un tiempo para verla, le he tomado cariño. Creo que se ve linda y me sorprende sentirme feliz cuando un botón nuevo florece.