Soñé con una casa abandonada, era de tres niveles, la fachada delimitaba habitaciones circulares y techos en pico. Por las ventanas se veían habitaciones vacías, blancas. Una pequeña cerca bordeaba un jardín descuidado.
Y detrás de la casa había un cerro lleno de árboles cada uno de un tono de verde diferente, en el sueño pensé que eran todos los colores posibles de las esmeraldas. Y para pintar ese bosque de esmeraldas necesitaría toda la gama verde en óleo que existe .
un poeta y una desconocida
se amaron en el espacio de un instante
pero jamás volvieron a verse
Esta canción él la compuso
esperando que su desconocida
una mañana de primavera la escuchará
a la vuelta de cualquier esquina:
La luna de ópalo pone una diadema en tu cabello rojo
La luna tan roja de gloria salpica tu falda llena de agujeros
La luna tan pálida acaricia lo opalino de tus ojos cansados
Princesa de la calle serías bienvenida a mi roto corazón
Hoy por la tarde caminaba de regreso a casa por una calle bastante desmotivante, había mucha basura, olía mal y aunque había gente pensé que, justamente no sería el camino que tomaría si fuese de noche. O quizá era el cielo nublado de la tarde poco prometedor lo que daba cierto matiz apesadumbrado a todas las cosas. Sin embargo, al llegar a la esquina ví un arbusto de bugambilia demasiado hermoso para estar ahí, sorprendentemente frondoso y de un color magenta brillante que jamás había visto antes, y justo en ese instante me pareció que las flores tenían luz propia.
