Que triste cuando llego el día en que abrí una botella Asti helada para mi solita, y mi gastritis nerviosa solo me permitió  tomar media copa. 

Anoche  me pareció ver a J, estaba en la entrada de la plaza que usualmente (yo) cruzo cuando voy caminando al trabajo. Además alcancé a ver qué lo acompañaba una chica aunque solo le ví la espalda.

 O quizá…  solo creí verlo, es difícil saberlo ahora que todos vamos por la vida con medio rostro oculto y con pensamientos oscuros.

Entonces no lo ví así, pero era un mal augurio de lo mal que estaría el turno; debí darme la vuelta, regresar a casa en ese momento y después quizá reportarme enferma.

 Encontré mi sombra en la clase de natación, es una coincidencia; leí que habría que escribir las coincidencias para notarlas más a menudo. 

 Fue en ese momento profundo en el que tenemos la conciencia del secreto amanecer, entre esa verde oscuridad.

Me parece haber visto tu rostro en otro mundo, pero no recuerdo cuando.

fui al psicólogo,

fui al teólogo…

 fui al astrólogo 

fui al enólogo….

 

 Tú el que cuando abre la boca todo es justicia y honestidad… solo pensaste en tu futuro, bien aprendiste a calcular…