Memorias de una estudiante de medicina...

Definitivamente donde más he aprendido es en la consulta externa con la Dra. Ramírez. Esta semana por burlarme de Liliana por que le tocó hacer la palpación de un paciente con una hernia inguinal, la justicia divina hizó que el siguiente que llegara me tocara a mi y tuviera exactamente lo mismo, pues bueno que le vamos a hacer.

También llegó un viejito de ¡99 años! con ictericia y kwashiorkor, abdomén en batea y cáncer en vias biliares. Un señor de 59 años con prótesis de cabeza del femur, diabetes, metástasis en los pulmones, radiografías en sacabocado de los huesos con cáncer en prostata. Lo escribó para no olvidarlo.

Otro momento que no voy a olvidar aunque no lo escriba, fue aquel día, en el quirofano en una de las tantas safenectomias que vimos, después de que quitaron la vena a la paciente (creo que si era mujer) empezó a tener una hemorragia por el maleolo interno y cuando el Dr. Saldivar se dio cuenta hizó un sonido como : "chin!" y luego luego presionó con una gasa como para ocultarlo y nos volteo a ver y nos sonrio jajajajaja todos nos reimos y luego él se puso a hablar de la importancia de hacer una compresión...

Tampoco olvidaré al residente precioso, cuando todavia era precioso y no habia sacado el cobre de histerico neurótico que tiene.

O también ese día en que estabamos haciendo la historia clínica de una señora, Teresa Arevalo (creo), y después de hacer el interrogatorio empezamos a hacer la inspección de abdomen y pues yo fuí la única que se anímo a ver que, por que la verdad todavia no sabía bien y Liliana me puso el esteto en el cuello y psss me sentí bien grandisima, son esos pequeños momentitos de la vida en los que valen la pena las desveladas.

También he visto balaceados, presidiarios, masones, viejitas con fracturas, muchachas amauróticas, por primera vez ví un pie diabetico y me impacto muchisímo, ese dia fué cuando ví el lado crudo de la carrera (tarde supongo), pese a tanto libro, tecnología e inteligencia que se tenga, a veces no se puede hacer nada...

Hay cosas que ya no me impresionan, como la primera vez, a todo se acostumbra una yo creo, ya no me pongo a llorar como aquel día, pero tampoco me desensibilizo, si me afecta claro, pero no como en el principio. Estaba pensando que me gustaría dedicarme a la clínica y además hacer una especialidad en cirugía pero aún no decido en que rama. Sobra decir que es 1000 veces más interesante el hospital que la escuela. Además los representantes médicos nos dan regalos. :D