Radiografia de la luna del 14 de marzo del 2014 o Prosa Radiológica.
Veo la noche a través de mi ventana en una escala de grises un poco desoladora para esta época del año. La luna situada quizá en el punto más alto del cielo o quizá en el más profundo del mar, lo ignoro, sobresaliente entre esa intensa oscuridad en ese fondo tan radiolúcido como el olvido; solitaria, extremadamente densa, radioopaca, redondeada con un contorno mal definido y bordes borrosos de mal pronóstico, quizá deba mirarla a través de tus pupilas y contemplarla un tiempo ahí sin moverme, en silencio, observando en tus ojos la imagen en espejo que hará desaparecer cuanta vacilación exista e ignoraré voluntariamente la heterogeneidad cada día más evidente a mitad de la noche. Finalmente intenté medir ingenuamente el flujo pero olvidé que el cólor lo robaste y lo llevabas en tus manos la última vez que te ví, lo que me ha echo pensar en ti y recordar tu voz y así las reverberancias que solía causar en mi corazón, pero de eso escribiré mañana durante el conticinio, pero no, mañana tengo guardia será cuando la luna este como la de hoy, hermosa...
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