Definitivamente ésta no fué una buena semana. La verdad es muy cansado andar del tingo al tango en los hospitales. Se supone que diario tenemos que dar una ronda, ahorita nos tocarón los pacientes con neuropatias, pero creo que vamos a estar rotando.
El miércoles, fuí con mis amigas a motolinia a comprar estetoscopios, lamparitas y martillos y una rata de dos patas me robó mi cartera en el metro. :( Y sólo fue en el transcurso de hidalgo a allende. Uy! me dió mucho coraje. Además del dinero llevaba mi credencial de elector (creo que ya no voy a poder votar pa' presidente) , afortunadamente la de la escuela ya la llevo en un gafete y esa se salvó, la que no se salvó fue una cartita de amor que le había escrito a ese muchacho que no creo volver a ver y del que me gustaba su voz. Es una pena. Pero no fué lo peor. Ayer saliendo del hospital, ibamos a ir a desayunar a Santa Maria la Rivera y José Luis nos llevaba en su auto y chocamos... una camioneta le pegó al chevy de Pepe justo en la parte de atrás, donde yo iba. Afortunadamente a mi no me pasó nada, pero Caro tiene un esguince en las cervicales. Los demás estamos bien. Ayer estuve de muy mal humor, después de que paso todo eso. La verdad no me asusté, creo que tengo sangre fria para esas cosas, pero si me molestaron las cosas que pasaron después. Llegue a mi casa temprano e inverne toda la tarde. Hoy mi mamá se fue a las constelaciones, no quisé ir por que es muy desgastante y me duele la espalda. Ojala ya haya pasado la mala racha. Anoche tuvé un sueño horrible hasta me desperté con miedo, ni si quiera voy a escribirlo aquí. Se lo conté a César, dice que le recordó una película que no le gusto, pero yo no la he visto.
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