domingo, febrero 10, 2008

9/2/2008

Hoy fue el segundo día que fuímos al psiquiátrico que está entre Tlahuac y Chalco, el camino es largo. Y el hospital da un poco de miedito, se ve algo tétrico. Los consultorios son cuartos grandes separados con mamparas blancas. En las paredes hay cosas escritas. No lo hemos recorrido todo. Hasta ahora sólo conozco el hospital de noche y el jardín donde estan algunos pacientes, no se quién tendrá más miedo, si ellos de nosotros o nosotros de ellos, para el caso, nadie se acerca a nadie. Según Sachiko iba a soñar mal por eso, pero la verdad creo que últimamente no he soñado nada interesante.

Hay dos doctores que nos dan psiquiatría, uno fué maestro del otro en sus tiempos. El más joven tiene un apellido que nunca había escuchado, físicamente no es ni alto ni bajo, delgado, tiene la piel blanca y el pelo negro y unas entradas bastante marcadas en la frente, la nariz afilada y usa lentes, desde el primer día le gusto a Lili, aunque lo admitío hasta por el quinto. A mi no me parecío ni tan guapo, tiene la mirada muy fría y una coloración muy extraña en los labios, como cianóticos, a lo mejor está muerto y no se ha dado cuenta, además es extremadamente serio.

El exnovio de Kari, vive en Chalco, es lo que me iba contando en el camino de regreso, no sé, supongo que todos tenemos historias de amor escabrozas de las que no hablamos, aunque de cuando en cuando es imposible no contarlas. Fue muy extraño escucharla, cosa que me contaba, cosa por la que yo también había pasado. Me identifique mucho con ella. O a lo mejor simplemente todas las historias son iguales, los mismos comienzos, los mismos problemas, los mismos finales...

No hay comentarios.: